martes, 25 de mayo de 2010

EL CAIMAN DEL ORINOCO



Caimán del Orinoco


Crocodylus intermedius



El caimán del Orinoco, otra especie más en peligro de extinción






Cuando sus intimidantes ojos se asoman en el apacible río Orinoco, el temor invade a cualquier ser vivo que logra captar la presencia de una de las especies más agresivas del ecosistema, se encuentra bajo protección especial por ser una de las doce especies animales más amenazadas de extinción.



El caimán del Orinoco es una de las especies de cocodrilos más grandes del mundo, llegando los adultos a alcanzar los 6-7 m de longitud total, aunque actualmente es muy improbable encontrar animales de esa talla. En épocas recientes, el espécimen silvestre más grande capturado vivo midió 4,40 m de longitud, en el Río Zuata, afluente del Orinoco en el estado Anzoátegui. Presenta un hocico largo y estrecho ligeramente curvado hacia arriba. Las placas dorsales son muy regulares y el color puede variar de verde grisáceo, a amarillo o gris oscuro. Las hembras por su parte, ponen sus huevos en bancos y playas arenosas que quedan al descubierto al bajar los ríos durante la temporada seca, teniendo lugar la anidación entre los meses de enero y febrero. El número de huevos puede variar entre 15 y 70, pero el promedio normal es de 40. Las hembras permanecen cerca del nido durante la incubación y 90 días después, al comienzo de la estación lluviosa, nacen los caimancitos los cuales permanecen bajo el cuidado de su madre durante un período prolongado. Los caimanes juveniles se alimentan primordialmente de peces e invertebrados acuáticos; y los adultos además de una alta proporción de éstos, incluyen en su dieta mamíferos, aves y reptiles de talla media los cuales son capturados al acecho al borde del agua. Debido a su gran tamaño, es una especie temida por los pobladores locales e injustificadamente acusada de atacar humanos. Así pues, el hábitat de este interesante reptil se encuentra entre Colombia y Venezuela en ríos y caños de la cuenca del Orinoco. Pero de igual manera, existen otros torrentes como los de Cojedes, Apure, Guárico, donde también es muy común encontrar este tipo de animal. Históricamente, la caza comercial descontrolada, que ocurrió a principios del siglo XX (entre las décadas del 30 al 60), resultó en la muerte de cientos de miles de ejemplares de este cocodrilo y fue la causa que llevó a esta especie al borde de la extinción. Esto logró la virtual desaparición de la especie en Colombia y llevó a niveles críticos a las poblaciones en Venezuela; las remanentes, se mantienen en condición crítica y sólo recientemente en la última década del siglo pasado hasta la actualidad, se han tomado acciones coordinadas de cría en cautiverio y reforzamiento de poblaciones, liberando más de tres mil ejemplares juveniles en 14 años. En estas actividades colaboran organizaciones no gubernamentales (FUDECI), productores agropecuarios (Hato Masaguaral, el Frío y Puerto Miranda), la UNELLEZ y el Ministerio del Ambiente. Uno de los principales logros del programa de conservación, ha sido el establecimiento de una población reproductora en el Hato El Frío (Caño Macanillal) a partir de ejemplares liberados de zoocriadero, lo que demuestra la importancia de éstos para recuperar esta especie. Actualmente, el principal inconveniente que se presenta para salvar este animal, no es la caza furtiva, sino la falta de grandes extensiones de hábitat adecuado para el desarrollo de poblaciones reproductivas, viables a largo plazo. Finalmente y debido a sus bajos niveles poblacionales, la caza ilegal, aunque sin motivos comerciales, es un factor que aún puede afectar significativamente a la especie, especialmente a las poblaciones reducidas y aisladas; ésto revela que una de las necesidades más urgentes para la conservación de esta especie, es la creación de áreas protegidas y la adecuada vigilancia en las mismas, que impida la caza ilegal y destrucción de hábitat de este importante reptil.





¿Sabes el tamaño que puede alcanzar un Caimán del Orinoco?




Hasta seis metros o un poco más. Sin embargo, siendo un animal tan buscado por el hombre, es difícil que un caimán logre llegar a estos tamaños sin ser cazado y hoy la mayoría de los caimanes observados miden entre 3 y 4 metros.Es un animal de crecimiento lento. Cuando llega a la madurez, aproximadamente a los 13 años, alcanza un tamaño de 3 metros. A esa edad puede reproducirse, lo cual hace entre los meses de enero y febrero. La hembra construye su nido con ramas de árboles y arena, a la orilla de los ríos, donde deposita entre 40 y 70 huevos. Entre marzo y abril, cuando van a nacer los caimancitos, la hembra regresa al nido y ayuda a sus hijos a llegar al agua, donde los protegerá de otros depredadores.En el pasado el Caimán del Orinoco se encontraba en casi todos los ríos de gran cauce y aguas turbias de la cuenca del Orinoco en Venezuela y Colombia, tanto en tierras bajas, a lo largo de llanos y sabanas inundables, áreas boscosas del sur del país y hábitats adecuados hacia el pie de monte andino. Actualmente, permanecen en unas 15 poblaciones pequeñas y aisladas entre sí, en los ríos Tucupido en el estado Portuguesa, Capanaparo en Apure, Cojedes y Sanare en el estado Cojedes y en la represa de Camatagua en Aragua, así como en el río Caura en el estado Bolívar. Hasta el momento no se ha logrado establecer en forma definitiva la razón por la cual su distribución nunca se extendió a través del brazo Casiquiare, hacia la cuenca del río Amazonas.



Desafortunadamente, lo que queda del majestuoso Caimán del Orinoco es sólo una pequeña muestra de lo que era. Por los escritos del naturalista alemán Alexander von Humboldt, se sabe que a principios del siglo XIX esta especie era abundante, aunque su cacería ya era intensa. Entre 1930 y 1950 el caimán fue extinto en muchas zonas y desde entonces no han aumentado en forma significativa quedando solamente pocos sobrevivientes. Aparentemente su recuperación se encuentra inhibida en forma parcial por el aumento de las poblaciones de babas (Caiman crocodilus), potenciales competidores y depredadores de caimanes juveniles.



El estado actual de la especie es señalado como muy grave y debe considerarse en riesgo Crítico de extinción. A nivel internacional, la especie Crocodylus intermedius ha sido declarada En Peligro de extinción por la Unión Mundial para la Naturaleza.



Tamaño poblacional estimado En un recorrido fluvial en más de 3.300 km a lo largo de la cuenca del río Orinoco, realizado por los investigadores Goldshalk y E. Sosa, sólo fueron observados 273 caimanes, lo que les llevó a proponer que el tamaño poblacional máximo para la especie no podía ser superior a los 1.000 individuos. Desde entonces, se han realizado censos y estudios de campo en varias localidades (ver Arteaga 1993), de los cuales se desprende que las principales poblaciones existentes se encuentran localizadas en los ríos Tucupido en Portuguesa, Capanaparo en Apure, Cojedes y Sarare en Cojedes y Represa de Camatagua en Aragua. Los estimados poblacionales conocidos para cada localidad son los siguientes: 107 individuos en el río Tucupido, 200 en el río Cojedes, 150 en el río Sarare, 233 en el río Capanaparo y 68 en el río Caura. En Colombia se considera que esta especie está prácticamente extinta.



Principales amenazas



Su hábitat es el río Orinoco y sus afluentes, Estados Apure, Cojedes, Guárico y Portuguesa. Perseguido por su cuero desde 1930, se exportó un millón y medio de kilos de cuero, durante 1931 al 34, cada kilo equivale a tres caimanes. En 1950, sólo pudieron exportar treinta mil kilos. Hoy quedan menos de tres mil caimanes.A finales de los años 20 se inició la explotación comercial del caimán del Orinoco, con el propósito de aprovechar su piel y venderla en el mercado peletero internacional . A mediados de los años 30 esta actividad alcanza su máximo nivel, y en San Fernando de Apure, centro del comercio de la especie, se vendían entre 3.000 y 4.000 pieles diarias. Aunque la sobreexplotación de sus poblaciones llevó al colapso a la industria peletera a principio de los años 50, todavía son capturados por cazadores oportunistas. Actualmente, la principal amenaza para la especie es la destrucción del hábitat. La mayor población conocida, ubicada en los ríos Cojedes y Sarare en el Estado Cojedes, está amenazada por el desarrollo de un sistema de canales que forma parte de proyectos para el desarrollo agrícola, y se estima que el hábitat natural remanente puede ser destruido en menos de tres años. En otras zonas, los ríos se encuentran bajo la influencia de actividades mineras, agrícolas e industriales, lo que ha producido la contaminación de sus aguas y la reducción del hábitat utilizable por la especie. Adicionalmente, el saqueo de nidos para extraer los huevos con fines de subsistencia y la venta de caimanes recién nacidos a turistas, son actividades que cobran importancia como factores de riesgo, especialmente si se considera el tamaño reducido de las poblaciones actuales. Por otra parte, algunos caimanes son atrapados accidentalmente en redes de pesca a las que son atraídos por los peces capturados. Si al momento de recoger las redes los caimanes aún se encuentran vivos, son generalmente ofrecidos para la venta, pero en caso de que mueran ahogados, son desollados y las pieles vendidas . ¿Acaso existen razones para conservar este animal? La respuesta es sí, los caimanes son necesarios para los ecosistemas donde ellos habitan, ya que logran eliminar individuos viejos o enfermos de otras especies de las cuales se alimentan, controlándose así la sobrepoblación de aquellas. Además, se trata de la única especie de cocodrilos cuya distribución está restringida a una sola cuenca hidrográfica, la cuenca del río Orinoco, lo cual lo hace casi exclusivo de Venezuela.Cuando en 1920 se inició en Venezuela la explotación comercial del Caimán, el objetivo fundamental era aprovechar su piel y venderla en otros países. Ya a mediados de los años treinta la cacería era tal que sólo en San Fernando de Apure se vendían entre 3.000 y 4.000 pieles por día. Fue tanta la explotación indiscriminada que para 1950 las poblaciones de caimanes existentes ya no tenían valor comercial. Parece imposible que una especie pueda ser extinta por la vanidad humana. Siempre nos quejamos de lo peligroso que es el caimán, pero fuimos nosotros los que resultamos letales para esta especie.El aumento de las poblaciones de babas (Caiman crocodilus) las convierten en potenciales competidores y depredadores de los caimanes juveniles.El Caimán de la Costa (Crocodylus acutus), cuya distribución abarca desde el sur de la Península de la Florida en Estados Unidos, hasta las costas atlántica y pacífica de Centroamérica y Suramérica, es otra especie de cocodrilos cuyas poblaciones en Venezuela han sido severamante reducidas. Se estima que el número de caimanes de la costa en el país es de 500 ejemplares reunidos en una veintena de subpoblaciones pequeñas y aisladas, ubicadas principalmente en la costa de los estados Zulia, Falcón, Aragua y Miranda.
Medidas de conservación propuestas El Grupo de Especialistas de Crocodrílidos de Venezuela (GECV), reunidos en julio de 1993, elaboraron el Plan de Acción: Supervivencia del Caimán del Orinoco, el cual recoge la opinión de especialistas del gobierno y de organizaciones no gubernamentales, sobre el conjunto de actividades necesarias para la conservación de esta especie. Se identificaron cinco áreas de acción principales: a) poblaciones silvestres y su hábitat; b) cría en cautiverio; c) reintroducción, repoblación y seguimiento; d) educación ambiental y participación comunitaria; e) guardería ambiental. Se considera que la mejor opción para la conservación de la especie es brindar el apoyo necesario a este plan de acción, ya que fue elaborado sobre la base de veinte años de experiencia y la participación de personas e instituciones involucradas en el proceso para la conservación del caimán del Orinoco.



Medidas de conservación tomadas



El caimán del Orinoco está incluido en el Apéndice I del CITES. En Venezuela se encuentra bajo protección especial y su cacería es ilegal, ya que forma parte de la Lista de Animales en Veda por tiempo indefinido según Resolución No. 95 MARNR del 28/11/79. El Parque Nacional Santos Luzardo, fundado el 24/02/88, y el Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico, creado el 30/03/89, fueron ampliados para proteger hábitats importantes en la distribución del caimán. Desde hace 20 años se realizan numerosos esfuerzos en diferentes centros para la cría en cautiverio y reintroducción de ejemplares, con el fin de contribuir con la recuperación de las poblaciones silvestres. El principal centro de cría en cautiverio se localiza en el Fundo Pecuario Masaguaral en Guárico, con capacidad para reproducir entre 150 y 200 juveniles al año. Se destaca el excelente trabajo del propietario del fundo, el Sr. Tomás Blohm, y las instituciones que apoyan esta labor: FUDENA, Wildlife Conservation Society y el Venezuelan Smithsonian Project. Actualmente existen otros tres centros: Hato El Frío, con el apoyo de la Sociedad de Ciencias Naturales La Salle y la Agencia Española de Cooperación Internacional; la Universidad Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora, con apoyo de FUDENA; y el Hato Puerto Miranda. Desde 1990, un número creciente de caimanes juveniles de los centros de cría han sido reintroducidos en las siguientes áreas protegidas: Refugio de Fauna Silvestre Caño Guaritico, Parque Nacional Santos Luzardo, Embalse de Tucupido en Portuguesa y Caño Matiyure del Hato El Cedral en Apure. El número de ejemplares reintroducidos alcanza un total de 1.214 individuos, incluyendo los liberados en 1994.




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